Las propiedades del acero pueden ser muchas y muy variadas, todo depende de los elementos con los que se realicen las aleaciones y de los tratamientos térmicos que se le impongan al metal. Existen miles de tipos de acero pensados para miles de propósitos distintos, pero algunas de esas propiedades pueden ser
- Conformabilidad
- Durabilidad
- Resistencia a la tracción
- Resistencia a la fluencia
- Conductividad térmica
Tabla de Contenidos
8 propiedades del acero
Las propiedades del acero que hacen de este un material indispensable para el funcionamiento de la vida moderna son numerosos, pero aquí te listamos las 8 más importantes:
Soldabilidad: el acero es un material que tiene muy buena soldabilidad y acepta varios métodos de soldadura, con excepción de si ha recibido tratamiento térmico pues esto reduce su soldabilidad al extremo.
Conformabilidad: es la capacidad del acero para deformarse después de ser sometido al esfuerzo. Esta capacidad se puede aumentar o reducir según los elementos con los que se haga una aleación.
Magnética: se refiere a la capacidad del acero para inducir o ser inducido con un campo electromagnético. Mientras mayor sea el porcentaje de hierro en la aleación, mayor será su capacidad de interactuar con imanes o de comportarse como uno.
Durabilidad: como su nombre lo indica se refiere que es un material que puede durar una gran cantidad de tiempo en condiciones óptimas para su uso.
Ópticas: la capacidad del acero para emitir brillo o reflejar la luz, esta capacidad aumentará en relación a la cantidad de aluminio en la aleación.
Resistencia a la fluencia: es una propiedad que indica el máximo esfuerzo necesario para provocar una cantidad de deformación, también se refiere a la tensión máxima que el acero puede soportar antes de deformarse.
Eléctricas: es la propiedad que tiene el acero para conducir las corrientes eléctricas.
Térmica: esta propiedad del acero se refiere a su capacidad de transferir el calor por medio de la conducción, así como la capacidad de expandirse ante el calor antes de presentar daño.
¿Qué es el acero y cuáles son sus características?
El acero es una aleación de hierro (Fe) y carbono (C) principalmente, sin embargo también se puede producir acero añadiendo otros metales a la aleación, cada uno de los cuales cumple una función específica en el resultado final.
Carbono: reduce la ductilidad y soldabilidad del hierro a la vez que aporta dureza a la aleación.
Aluminio: al añadir este elemento se produce acero de grano fino.
Azufre: aporta maquinabilidad al acero, es decir facilita el proceso para trabajar el metal por medio de máquinas.
Cromo: aumenta la dureza de la aleación de forma considerable.
Cobre: aumenta la capacidad del material para resistir la corrosión.
Manganeso: su función es complementaria a la del cobre pues actúa como desoxidante, también neutraliza el azufre y facilita el proceso de laminación y moldeo.
Silicio: funciona como antioxidante y endurecedor para el resultado final.
Níquel: en conjunto con el cromo previene el desgaste del acero y mejora los resultados de cualquier tratamiento térmico que se le aplique.
Molibdeno: también mejora los resultados del tratamiento térmico y aporta dureza y resistencia a las altas temperaturas.
Tipos y propiedades del acero
Debido a la cantidad de elementos químicos aleantes al acero y a la variedad de proporciones, composiciones y tratamientos termo-mecánicos que se le pueden aplicar al acero, existen más de 5 mil tipos de acero para infinidad de usos. Esto sin contar los cientos de tratamientos superficiales a los que se puede someter esta aleación.
Pero prácticamente todos los tipos de acero se pueden clasificar dentro de una de las cuatro familias más grandes que son:
Acero al carbono: tiene un aspecto mate y es propenso a la corrosión. Se divide en tres subtipos: bajo, medio y alto contenido en carbono cuyos porcentajes están en torno al 0.30, 0.60 y 1.5% respectivamente. Son aceros excepcionalmente fuertes que se utilizan para fabricar cuchillos, cables de alto voltaje, piezas de automóviles y objetos similares.
Acero aleado: suelen ser una mezcla de acero con diferentes metales como el níquel, cobre y aluminio. Son más económicos y resistentes a la corrosión, por lo que se les elige para fabricar tuberías, cascos de barcos y piezas diversas de automóviles. Sus características dependen de la concentración de los elementos que contienen.
Acero para herramientas: es mucho más duro y resistente al calor o arañazos. Se le llama de ese modo porque se utiliza para herramientas como cabezas de martillos o llaves. Este tipo de acero suele incorporar otros compuestos como cobalto o tungsteno para adquirir durabilidad y resistencia a altas temperaturas muy avanzadas.
Acero inoxidable: es el tipo de acero más conocido y abundante en el mercado, se trata de aceros pulidos que contienen entre un 10 y 20% de cromo. Esta combinación aporta las características de resistencia a la corrosión y lo vuelven mucho más moldeable. Debido a que son flexibles, manipulables y de calidad, este tipo de acero se emplea en equipo quirúrgico, electrodomésticos, tuberías de acero inoxidable y hasta como elección de recubrimiento estético en edificaciones.
¿Por qué es tan importante el acero?
El acero es un material que se utiliza en todo tipo de industrias desde los alimentos y agua, pasando por la producción y distribución de energía, el transporte, la construcción, automotriz, manufactura de herramientas y maquinaria, entre muchas otras.
Debido a su presencia en prácticamente todos los aspectos de la vida humana moderna, es difícil imaginar cómo sería el mundo y su funcionamiento si no existiera, tal es la importancia de este material que ha acompañado a las personas desde su creación hace más de 2000 años.
De hecho, su importancia es tal que se le considera un metal estratégico en el mundo debido a la cantidad de aplicaciones, siendo China el principal productor de este material y Estados Unidos el principal importador de acero del mundo.
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